Siempre he sido un completo inútil para una vida, emmm... mínimamente útil que digamos, si por útil entendemos cosas como... funcional, práctico, dotado de sentido común, banal conversación, risa fácil, habilidades y desemboltura social... y tonterías así (para una tonta pero resultona y social vida, mundo idiota –y yo más-). ![]() Hiperactivo pasivo. Pero las cosas sencillas... lo que se dice que hay que decir... me lo suelo callar (y casi mejor hacerlo, no hacer nada)... Lo que hay que hacer en según qué circunstancias dadas por hechas... pues me cuesta hacerlas, coño... y la verdad, me resulto ya un poco incomodo. [ Y últimamente me encuentro a faltar, casi me sobro... ] En fin... un poco ainhoa hartete de mi mismo... De ser siempre el rarete, vamos... Se puede ser raro un rato y caer en gracia, pero ser raro un rato largo no es para nada recomendable (y aún menos gracioso: acabas siendo un desgraciado). (Saber) estar solo seguramente dice mucho de alguien, sin embargo cansa... se cansa uno de uno mismo. Si es difícil resultar conveniente para uno mismo más duro es no ser mínimamente convencional para los demás (ni queriendo a ratos, a postas, a medias, a propósito... ni que sea disimuladamente). Será que necesitamos a los demás... perdón, a ciertos algun@s para ser más nosotros mismos, para reconocernos en y con ellos. A uno mismo, y a dos o tres de los demás también (más me agobia y no sé, no sé más).
|