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dios los cría (y los guapos se juntan)

Supongo esto nos incumbe a todos, pues cada uno de nosotros se ha encontrado alguna vez en la situación de interesarse por alguien más “bonito” que uno mismo, ya seamos fetos malayos o carne de pasarela... y escuchar la respuesta fatal: seamos amiiiigoooos... ¡aaaaargh!

Es eso, bueno, algo más... Me refiero al día después, como en la película del apocalipsis nuclear: una seta atómica de remordimiento te inunda, cómo has podido creer que, vamos queeee... ¡qué vergüenza!... que podías... ¡nah! No se pudo, no se pudo; la próxima vez pregunta antes de apegarte a alguna cosa o a alguien, pregunta el precio, el descuento, así como tus derechos de garantía y devolución.... Seamos amigos, de acuerdo, dos metros, lo he entendido: los feos aprendemos las cosas a la segunda -normalmente hostia-, pero... ¿y los guapos?... Los guapos –generalizo ergo me equivoco pero me da igual- no necesitan aprender. Quizás por eso, además –por si fuera poco- les salen las cosas tan bien: porqué no han aprendido ni tienen que vivir la frustración y los inconvenientes –úlcera alcohólica o nerviosa a modo de ejemplo- que ello –el propio desengaño- comporta en el futuro.

Dios los cría y los guapos se juntan... los feos –llamémonos “del montón”- seguimos desunidos, separados y entercados en aquellos en lugar de defender nuestros intereses corporativos como colectivo agraviado... quizás ser feo sea de izquierdas... será eso... o quizás debamos formar un lobby, vamos que no sé...

Sí, sí, queda claro... soy un resentido, un rallao, un amargao y un pobre desgraciau... a tu laoooooo (guapa -rancia y sosa-).
14 Jan 2004 por Alfred


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