No es que me vaya mucho el rollo, pero bueno... Ruper no es ni cantautor, ¡si es hasta bueno el tío!... Seguro no se leyó nuestro antiguo manual de cómo ser cantautor y no morir en el intento... Recuperémoslo pues: Manual de uso, abuso, lapidación -con rosas- y disfrute del cantautor: - Ser uno (y muy suyo): Nada de big bands ni llevar una charanga detrás, que son muchos para repartir. - Ser vago (mucho): Llevar silla. Incluso sentarse en ella para más comodidad. - Ser aburrido (parecer serios): No somos pallasos ni jevis. - Sudar mucho (no como en el Madrid): Que se note que nos ganamos el sueldo. - Tocar la guitarra (como el culo): Imprescindible no tener ni puta idea de solfeo, un solo acorde basta (al menos los Ramones eran unos cuantos y enrollaos). - No cambiarse nunca de camisa (tanto literalmente como en todos los sentidos): A la camisa negra de Ibáñez me repito... - Ser pesado (ser pesado): Ser pesado... Que se entienda el mensaje que la gente es mu burra... Repetir 87 veces el estribillo. Es más: ser pesados. - Hacer letras crípticas (en sumo estado de embriaguez): Herméticas como una lata de anchoas, sin sentido y sin vocalizar... Así la gente entenderá lo que le dé la gana y tendremos público de todas las tendencias políticas. - Tener mala voz (como la niña del el exorcista): Hablar en todo caso del revés pero sin caerse ni vomitar a las primeras filas... siempre llenas de politicuchos nostalgicos de su pasado glorioso (Además, generalmente son quienes nos pagan). - Ser serios (listos incluso): Tengamos estudios, cultura o sed. - Tener un pasado (lleno de hostias): Cuantas más tengamos mejor sonoridad, mensaje y sentimiento tendrán las canciones. Hasta melodía. - Ser insistente (ser insistente): Ser insistente y no marcharse hasta hacer 87 bises... Que se queden con nuestra cara y nuestra camisa. Los euros no que nos los hemos sudado. Es más: Ser hasta insistente.
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