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cocina sin comentarios (edición especial) / hoy: (mecagüenlamarequeparió a los) panellets con sacarina para diabéticos (e incluso para no diabéticos con azzzzucarrrrrrrr)

No si ahora lo entiendo todo, sí... A mi mare se la va la pinza que no veas. ... ¡Menuda caracolada! me dice esta mañana al volver -de hacer tunning de tumbas- del cementerio con mi hermana... He supuesto que había mucha cola y que ésta avanzaba muy lenta, esos palabros extraordinarios y (des)acertados que inventa ella... ¡Qué coño!... ¡El abuelo, que está lleno de caracoles!... ¡Que asco por diós, no vuelvo a comer caracoles en mi vida!... Desde el ordenador aún oía algún... ¡Buaksss, que asco!... Ecsss... en la cocina...

Hoy me la he encontrado subida a la báscula, ahora sóla ahora con una bolsa de almendras, pesando la diferencia para conseguir la dosis justa en los... ¡panellets otra vez nooooooooo!... No me extraña que vayan tan caros, joder. Hemos armado la Mari Morena en la cocina, todo el puto día encerrados en ella...


¡Panellets!... Medio quilo de almendras... ¡Picó!, Primero pártelas, pélalas y ponlas en remojo... Aun estás a tiempo de dejarlo estar y guardarlas para el vermut... ¿No?... Pues adelante... Un, dós, tres, las picamos en la Moulinex... Mientras, habremos puesto al horno patatas, boniato y para aprovechar el horno pues también unos pimientos rojos, cebollas y berenjenas para hacer un escalibada de entrante (y una pizza si cabe para mi). Es harto de vino recomendable incluso encender el horno, y aconsejable ponerlo y mantenerlo a 180º (perentorio no incinerar su contenido).

Mezclamos en un bol la almendra picada, un huevo entero (la cáscara mejor no ponerla) y la patata (mejor pelada y) pasada por el chino. De este mejunje (que se quedará pegado hasta el último rincón de la cocina durante civilizaciones venideras e incluso después) hacemos partes, dos por ejemplo, y por llamarlas de alguna manera A y B: en una (A o B) añadimos sacarina, ¡uh uh uh!, y cualquier tiempo pasado nos parece mejoooooor... y en la otra (B o A) 300-400 gramos de azzzzucarrrr. Hacemos subpartes (A.1, A.2... B.1, B.2...) y en cada una de ellas (de cada una de las partes contratantes –A y B- de la primera parte) añadimos al gusto: el boniato pasado por el chinoooo, esencia de vainilla y limoooón, nescafeeeé, chocolateee, cocooo... Volvemos a hacer partes, pero ya definitivas, individuales y pequeñas, o sea tampoco excesivamente grandes pues se llaman panellets, no panelletazos... Le damos diferentes formas: de castañaaaa, de rovelloooón, de Sagrada Familiaaaaaa, Montserraaaat, poligonaleeees... Y decoramos: rebozamos con piñones, coco o almendra picada, insertamos de enteras, o trozos de membrillo, o de cereza... Lo que se te ocurra, vamos, colocamos en una plata de horno y, pues sí, horneamos otra vez. Es conveniente y me atrevería a decir, bonito incluso, untarlos con yema de huevo para que queden relucientes a posteriori et previus consumum... Damos el toque final a algunos... bañando por ejemplo y parcialmente en chocolate, de forma que parezcan castañas, tirando azucar glaseado por encima, etc...

Una vez hasta la polla de los putos panellets de los cojones, atrevete a limpiar la que has armado en la cocina (valiente)... Y eso... finalmente comer, no diabéticos incluso (pero yo no, que no me gusta el dulce).

[Por cierto... no mezclar en alguna parte del proceso aquellas mitades A y B integradas: A por sacarina, y por azucar, la C...]
01 Nov 2004 por Alfred


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