versió original | versió express | delicatessen | fotolog | twitter | vine | storify | youtube | mail

sincomentarios.net/express

las buenas costumbres son las peores

Una de las costumbres más nocivas y perniciosas para mi integridad físico-químico-mental , es decir, lo que solemos tachar -con típex si hace falta- de virtudes... consiste en la capacidad de ponerme -excesivamente- en la piel del otro, en su lugar, en la cabeza, en su postura, opinión... sea amigo, querida, enemigo, gata o perro que me ladre... Lo curioso es que lo hago con independencia de cuál sea mi opinión, o lo que me convenga realmente... un ejercicio de tolerancia no excesivamente recomendable, de realizarlo en exceso.

Puedo acabar siendo pues mi peor aliado... No tendréis mejor amigo que cuando vayáis contra mi... Aquella máxima de: no calles nada que pueda ser dicho en tu contra... Y consigo lo que se proponen.... ¿Quień sabe?, tal vez lleven razón... Sólo es cuestión de mirarlo desde otro punto de vista (que no sea el tuyo, claro).

También, y por otra parte, me gusta llevar siempre la contraria (aunque pueda pensar de forma idéntica)... Como otro ejercicio, no de intolerancia en este caso sino... digamos de... enriquecer el discurso... Aportar a los demás y plantearme a mi mismo inconvenientes, dudas... Nuevas prespectivas y posibilidades, maneras de ver las cosas... diferentes a las que escucho y defienden, contrarias incluso a las que pueda pensar yo mismo...

[ No hay nada malo en estar equivocado, y mucho de bueno en que te quieran y sepan corregir, óptimo en aceptarlo... Estar dispuesto a cambiar de criterio, parecer, actitud, opinión, manera de hacer ]



En definitiva... de lo que se trata -o supongo trato- es de acabar el diálogo, monólogo, conversación o reflexión pudiendo pensar de forma un poco diferente a cómo lo hacía, antes de haberla iniciado... o más convencido... En definitiva de no acabarla, darla por acabada; de empezarla así (y sólo si es así)... De poner, exponer a prueba todo aquello que creo, siento y pienso en cada momento. En cualquier otro caso prefiero callar porqué sí, o no pensar sobre algo. No vale la pena empezar a dar tu opinión si no te interesa acabar pudiendo pensar de forma diferente, saber más o convencer a tu interlocutor, no “políticamente” sino porqué simplemente te interesa, lo que opine quien te está escuchando.

Ahí radica la importancia de una discusión... No en la discrepancia ni en la opinión en si, sino en saber que te importa lo que pienso, que me importa lo que opinas, porqué me importas... y quiero ser importante para ti.
03 May 2006 por Alfred


Avís legal versió express (+18)

Creative Commons License

Top