diccionario sin comentarios. XVII: qué hacen las palabras sino frases (mal) hechas

"No juzguéis": Hit de las frases de Cristo, onceavo y pese a ello primer mandamiento, en verdad te digo, digno de ser seguido, y segunda de las dos brillantes ideas que tuvo (tras la conversión del agua en vino).

Los borrachos y los niños siempre dicen la verdad:... razón por la cual, y para evitar daños mayores, queda terminantemente prohibida la venta de alcohol a menores de edad en este local. Necesariamente de ello se deriva que los adultos serenos mienten más que hablan, se equivocan por la boca de la cara cuando dicen, qué cara cuando callan como putas (y lo engañados y contentos que están). Con hielo todo mejora (salvo el frío y la estupidez).

Más vale pajaro en mano... : Cobardía, conformismo y autoconsuelo ante la propia impotencia... Estan verdes dice la zorra, cuando no alcanza a recogerlas... Personalmente prefiero que los pajaros vuelen y me dejen en paz.

Cuando el río suena no estás sordo: O el hombre (y sobretodo la mujer) es, la medida de todas las cosas...

No dejes para mañana lo que pueda hacer otro: Apremio al esfuerzo ajeno en beneficio (del descanso) propio.

Al mal tiempo buen paraguas: Las condiciones atmosféricas siempre resultan adversas –especialmente en las películas- cuando todo viene en tu contra... Llueve cuando te vas (me dejas y me abandonas que cantaban los Chichos). Chubascos intensos en lunes de pascua. Graniza por Sant Jordi. Semana Santa encerrado. Navidades enfermo. Cuando tenéis hambre y sed siempre habrá quien os eche a patadas (que decía Rimbaud).

Piensa el ladrón que todos son de su condición: Mal ejemplo del mecanismo de proyección freudiano de nuestros propios errores y defectos. Aquello que mejor define lo peor de nosotros mismos es precisamente lo que constantemente vemos y no toleramos en y de los demás...

Si naciste para martillo del cielo te caen los clavos: ... Y si eres Nacho Vidal no te cabe en un vaso de cubata.

No por mucho madrugar te duermes más temprano (y viceversa): Harto Lindsey sabido es, las horas de sueño y vigilia no se compensan proporcionalmente con aquellas en que estamos (presuntamente) despiertos... El total nunca suma 100%... Perdemos sueños, constante, literalmente y en todos los sentidos; por otra parte la dosis de realidad es francamente decepcionante, la realidad en si: siempre te quedas con hambre y las ganas, o el jodido e intragable almuerzo desnudo en la punta del tenedor.

Decía un bueno compañero mío que el sueño es como los trenes... si no te subes al que pasa tienes que esperar al próximo, y todos sabemos cómo funciona el sistema ferroviario español (y lo poco que viajo y aún menos duermo).

No existe cama lo suficientemente grande para encaber tantos sueños perdidos. Blanda cuando caemos de un despertar. Comoda y acogedora cuando no está quien deseas al otro lado de la cama.

Recomendable sería pues, para afrontar una día soportablemente feliz, despertarse (tarde) al lado de las personas con las que uno ha soñado (y no me refiero a Uma Thurman, Silke o Kate Moss). Hacer el cigarro y encender el PC, mear, ducharse (y hacer el amor). Desayunar después con energía. Y luego no hacer nada... Por ejemplo.

09 May 2006 por Alfred

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