versió original | versió express | delicatessen | fotolog | twitter | vine | storify | youtube | mail

sincomentarios.net/express

Saber estar

Suelo desconfiar de aquellos autores, aún más –o sobretodo- filosofos y pensadores, cuyas vidas no caminan de la mano a su obra y pensamiento... Me pregunto qué sabrán (y nos van a contar) de la vida si no la han sufrido, disfrutado, se han ahogado en ella... salido a flote, sobrevido o perecido con y por ella.

[ No es que sea exigible la crucifixión para tener derecho a la fe, pero si aceptables dosis de coherencia y conocimiento ]

Clément Rosset es radiante. No optimista. Para nada. Pesimista tampoco. Brillante, como el arroz que no se pasa... Lúcido sería la palabra... Lúcido puede serlo cualquiera... Rosset con el agravante de preciso, expeditivo, concreto. De una certeza y concreción expositiva que “te expresa”... Entiéndanme: de aquellos autores que te desnudan al leerlos provocándote un íntimo temblor; expresan un lugar donde te encuentras, contigo mismo, en ver reflejada en pocas palabras –ni una más, siempre alguna de menos- lo que uno resulta incapaz no ya de expresar –y de qué manera- sino incluso de esclarecer y dar (a) luz, elaborar, la construcción de un pensamiento, asirlo por los cuernos y fijarlo en palabras... Un pensamiento... uno sólo... pero que hiciese en pedazos el universo, que decía Cioran... otro maestro de esa “prosa fatal”. Como Bataille. Como Artaud. Lichtenberg o La Rochefoucald quizás.

Rosset es un “moralista a la francesa”, como la tortilla más simple del mundo, es decir: lo más alejado a lo que entendemos por “moral”... Pesimista depresivo y cachondo, como aquella amable y triste sonrisa constante, probablemente síntoma de profunda e irreparable depresión. Pero seguro sabiduría. De quién sabe lo que hay.

Y lo que hay es nada. Una broma. Una locura. Y pues, tan sólo una risa trágica de loco o carcajada medio histérica para sobrevivirla... pues ”sólo si tienes sentido trágico de la vida puedes sentirte alegre de verdad, profundamente” (La Vanguardia, 30.01.07)... ¿Y ser feliz?... ¡No me jodas!.. Ser feliz es ser feliz es ser feliz (como el poema de Gertrude Stein o la canción de Mecano), pese a todo... Pese a todo pese a todo pese a todo... Todo pesa... Pese a quién pese... Ser... Estarlo cualquiera puede... en un momento dado... En cualquier momento cualquiera puede estarlo... ¿Pero... pese a todo, pase lo que pase, en cualquier y en todo momento... serlo?...

Para eso hay que estar loco o ser idiota. O sumamente afortunado como imposible resulta serlo. Omnipotente e inmortal. O Dios.... Dudo que dios, si osara existir, fuese más que un pobre pajillero infeliz. Lo sería incluso (más que estaría).

Y yo todavía no lo estoy lo suficiente... para pretender serlo, ¡qué pretencioso!, o buscar ser feliz, por ejemplo...

Con reirme de vez en cuando (y no solo, solamente) tengo más que suficiente.

[ Ser idiota resulta la mejor alternativa pues... o simple, simplificando que es gerundio ]


Para eso hay que saber estar... Saber estar... Suena a interesante proyecto, a definición de reconfortante –más que consoladora- filosofía, o religión en la que poder creer, a tientas, sin fe necesaria, sin dios... Sabia y bondadosa, amable y transparente...

Pese a todo...

[+] Entrevista a Clément Rosset
07 Feb 2007 por Alfred


Avís legal versió express (+18)

Creative Commons License

Top