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cuando el tiempo no ocupa lugar, el espacio tarda demasiado (y tú aún por llegar)

Me doy... Te das... cuenta de que algo irrelevante o que (te) pasó desapercibido, resulta significativo y te afecta, mucho más de lo que creías... Eso si consigues relacionar ambos hechos (que no causas y efectos)... Y a su vez, que algo a lo que dabas demasiada importancia, lo primordial, ahora no la tiene, o le dabas excesiva... notabilidad, con flecha hacia arriba (aunque quede en suspenso... suspendida sin concretarse –y esa es la peor sensación: darse cuenta que nada avanza que nada llega, nada cambia todo permanece... en la inconcreción, sin definirse... por definición).

El tiempo todo lo cambia... o el momento en que lo miramos, consideramos... Algo malo nos puede resultar ventajoso, provechoso a la larga... Y algo bueno, devenir nocivo, pernicioso, derivar en dañino... incluso a corto plazo... Y mejor que así sea... para intuir al menos la genealogía de lo acontecido, los sucesos consecutivos, que no consecuentes.

[ Efectos colaterales de las cosas serán... o secundarios... que se vuelven principales (y viceversa) ]




Una prespectiva más amplia nos resulta imposible: abarcar todo el espacio y ocupar el tiempo, en todo momento... Conjuntarlos mediante juicios de valor, de intenciones... razonar geográfica, temporal, lógicamente, sopesar con exactitud sus consecuencias, imprevisibles e imprevistas, y el alcance exacto... es una locura (lease: realidad en exceso). Pues las cosas devienen polisémicas, carambolas a tres bandas, golpes y efectos no esperados, a la vez que cambian constantemente de significado, dejan secuelas que no esperas... y esa puta realidad, poliédrica, topográfica y tan suya, resulta inaudita, sino inédita, por inaugurar incluso...

[ Promovámoslas entonces, antes que dejarlas hacer por su cuenta, sin nuestra participación, activa y expresa, firme desacuerdo o aprobación... absoluta o relativa depende... de cada momento... sin demasiado afecto ni afectación pues, “ni fu ni fa però fés... alguna cosa al respecte” ]

Quizás sólo nos queda no juzgar a las cosas tan severa, categóricamente, sea para bien o para mal... Son más imparciales de lo que nos gustaría creer (y nosotros más responsables de lo que podamos pensar, mis excusas no me valen, aunque a muchos sí las suyas, parte y juez, ya les vale...)... no ha lugar la justicia para con ellas: están ahí, de muchas maneras diferentes según cómo, cuando y para qué las mires, o ellas te quieran ver, ahora y después, mañana y antes.

El tiempo no pone a las cosas en su sitio, pues éstas cambian de lugar a cada momento... ¡Muevete pues con ellas!

[ No obstante no estaría de más que nosotros estuviesemos ahí... entonces... a cada momento... en el momento y con las cosas... en su sitio... y ellas con nosotros, en el lugar e instante adecuado. No sea que lleguen demasiado tarde, no regresen a su hora o pasen de largo, y no nos encuentren donde estabamos, adonde vayamos...

... y si estás ahí, entonces ya veremos qué hacemos... entonces ]

[ perdón por extenderme, es lo que tiene el tiempo ]
30 Mar 2007 por Alfred



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