[ ... u hoy no es 8 de marzo, 11 de septiembre ni 7 de julio (san fermín) ] Lo peor que le puede pasar a una causa es: 1. Ser una causa... No existe causa del hombre –masculino- blanco, joven, apolíneo, católico, occidental... Una causa deja pues de serlo y llega a la “normalidad” cuando puedes reirte de ella en su cara, impune y públicamente.... Nada ni nadie tan susceptible como una causa... Sin sentido del humor... Sea la de la mujer, los gordos, disminuidos, los catalanes (valga la redundancia, políticamente hablando)... [ O los que somos "causa" de algo, solemos tener en ese sentido, “lo nuestro”... poco sentido del humor ] En resumen: Ojalá pudieramos reirnos de todo, ni nada ni nadie se tomase a nadie ni a nada demasiado en serio, a si mismo sobretodo... Eso indicaría que no está discriminada, se practica la injusticia con ella ni está en situación de inferioridad respecto a cualquier otra: idénticos derechos y obligaciones... La misma carcajada... Que cada uno haga entonces lo que pueda (y dios reparta suerte, que a mi no me ha tocado). [ No obstante no suele darse el caso... que una causa deje de serlo... La desgracia suele ser permanente como un tinte de farmacia ] 2. Que se le dedique un día al año (o tenga una “diada”)... Cosa que indica que el resto de días a nadie le importa un pimiento... Que sean causas sin remedio, o las cuales no pretenden remediarse (sino remendar).... Como cuando te pisan y encima eres tu quien pide perdón. Podría ser peor, dirás...: que ni siquiera un día tengan para que nos acordemos de ella... Que ya no lleguen ni a eso las convierte en “perdidas”, y al menos algo de romanticismo tendrán... o como deseaba Cioran: morir en alguna perdida revolución (que se pierda)... a la manera de Ambroise Bierce quizás. [ Así pues, gente autoproclamada de izquierdas y progresistas de postal habituales podrán acogerse a ellas sin que se les presente el inconveniente de verse afectados por la misma... Ejemplo: ser solidarios con el pueblo saharauí, defender el derecho de autodeterminación del Tibet o ... pero no el basco o el catalán, cuanto más lejos mayor énfasis... [ ¿Acaso, en este caso alguien, salvo Aranguren y dos o tres lo han hecho... salvo los propios vascos y catalanes? ] 3. Que se institucionalice dicha efeméride... Si persiste esa celebración anual es porque subsisten los efectos y consecuencias de la injusticia... pues tratamos de igualar resultados... o verdades, mentiras y estadísticas (con sus debidos porcentajes), en lugar de modificar las causas que generan la desigualdad... de derechos. Y de hecho. [ En otra vida tal vez no no sea hombre, blanco, ni occidental... pero sobretodo catalán... si no fuese por ese detalle (y cuatro o cinco defectos de serie, y 30 o 35 rarezas) se estaría tan a gustito siendo “normal” y estándar, que no requiera ningún esfuerzo ni compromiso ser lo que seas, o no ser minoría, o no tener los mismos derechos que a la mayoría le viene dados... si no fuese catalán, o sólo fuese eso, perfecto sería oye Deberíamos tener dos vidas: una en blanco y otra de negro; una de mujer y otra de hombre... Guapo y feo, listo y corto, rico y pobre, catalán o basco y español... Seguro las cosas irían mejor... Voy a proponerlo a la unión Europea (allá donde se deciden las cosas extrañas)... De la reencarnación como medida de justicia político-económico-social ]
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- ¿Me pone dos metros de libros por favor?... Verá usted, es que tengo una estanteria de ikea que... - No no... Es que eso no funciona así... - ¿Ah no?... ¿Y como va la cosa?... ¿A peso?... ¿Por grosor, tamaño, volumen?... ¿Color?... Azul claro ya me va bien... - Es que... Verá.. Es un poco complicada la cosa... Déjeme que le explique... - Por favor... - Emmm... Normalmente va en función de la calidad... No del papel o de la encuadernación, sino que contiene el libro... Así pues, aunque parezca todo lo contario, a mayor calidad precio inferior... Le recomiendo por ejemplo estás obras completas de Dostoievski en seis volumenes, 1.200 páginas cada uno impresas en papel cebolla y lujosa encuadernación... Le sale tirado de precio el centímetro cuadrado de página, oiga... Fragmentos inéditos... La confesión de Stavroguin incluso... Contiene también algunos de los estudios y apuntes previos que realizó el autor para escribir alguna de sus obras... Y comprobará que en algunos casos son más extensos dichos ensayos que la propia novela... - ¿Y cómo es eso? - Pues mire usted... Los poetas suelen ser escritores vagos, sin el talento para completar una página entera con palabras ni el ánimo, tal vez capacidad para escribirlas, por ello recurren a las más inusuales o en desuso y las combinan de forma que resulten herméticas cual latas de sardinas e incomprensibles para que nadie ose criticarles... No obstante suelen ser los escritores más engreidos e intratables. En cambio... - Ajá... - ... los novelistas a su vez, siempre le hablo en general, entiéndame... suelen hacer todo lo contrario... En la mayoría de casos podrían escribir una poesía o relato para decir lo mismo, en el mejor de los casos... Recurren así a largas descripciones y a extensas introspecciones de sus personajes para decir... para decir nada durante más páginas... Burroughs... Bukowski por ejemplo, escribía auténticas novelas que convertía en relatos breves, repasando y tachando aquello prescindible hasta quedarse en el esqueleto... En muchos casos era el texto completo el que iba a la papelera de lo insatisfactorio que le resultaba... - Entonces... ¿me recomienda no leer los libros que compre?... - De hecho es lo que hace la mayoría de la gente... Lo máximo que llegan a leer es la contraportada del libro, que como todo el mundo sabe ha escrito el propio autor del mismo... ... - Pero... ¿no lee usted acaso? - Sí sí, claro que sí.. Y usted también debería... Sólo quiero que entienda que debe ser selectivo... Informese antes... Deje que alguien que le conozca, a usted y sus gustos le aconseje... Le recomiende de entrada una buena decena de libros y autores... A partir de ahí profundice en aquello que despierte su interés... Consulte referencias, citas, influencias que contenga... Allá dónde le lleve... Déjese llevar al fin y al cabo (pero bien)... Entiéndame.. - Entiéndole... -¿Y qué me recomienda usted? ... - Personalmente el blanco y negro
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[ Quien diga que eso no es un haiku –de la escuela Shinkeiko, blanco y amétrico eso sí- miente miente miente... como un bellaco, dos Rajoys, tres Acebes, cuatro Aznars... como ella... y su exnovio a ella... Como El Mundo y La Razón... como el presidente de mi escalera y la jodida vecina histérica de abajo ] Pues los móbiles ya son naturaleza... naturaleza muerta en mi caso... Y el bar siempre lo ha sido... Todo... ¿Dónde va todo?... sino a las tabernas y a las casas de putas... legó un bar a un borracho François Villón, en su testamento, chimpón. [ Me pongo –como todos dirás-... muy muy zen... las cámper y me largo en pijama al bar de siempre... como siempre... lo de siempre –pero con media tónica sólo, solamente por favor-... sirva mi atuendo como enérgica y cómoda protesta contra una irreductible soledad a la que cada vez más me cuesta me cuesta me cuesta –cuesta hacia arriba... imagen poética, aliteración, licencia literaria, repetición-, incluso intentar poner remedio, remendar... No te pienso llamar... más... ... de un par de veces a la semana ]
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Aquel que se liga a una alegría Hace esfumar el fluir de la vida; Aquél quien besa la joya cuando esta cruza su camino Vive en el amanecer de la eternidad. William Blake El problema es que todo te recuerda a algo... Tienes una cita para cada ocasión, referencias constantes que no puedes evitar, experiencias ajenas que te explican, y mejor que tu (a ti) mismo.. porqué, qué ha pasado (o no fue)... Es inevitable repetirse, tropezar de nuevo, caer en la tentación, hacer lo mismo y... pese a todo... ser todo siempre diferente. ¡Nchts!... Quizás seas tu el diferente y todo siga igual, como en la canción de Julio Iglesias... Una extraña e inquietante sensación, tan breve como intensa me descoloca: Recordar... se a uno mismo como otro... Tal vez no... no sea... tal vez no sea uno... no sea yo... no sea ahora... tal vez otro, que decía Rimbaud, Artaud... sino más bien yo era aquel, que cantaba Raphael, o tampoco era, tampoco era yo... Vivirse en el recuerdo como alguien ajeno, no recordarse a uno mismo como alguien “propio”, sin vida pasada, en un presente que te viene dado y que no reconoces, del que desconoces su origen exacto, genealogía, como entrar en una película a medias, ya comenzada... ¡Schhts!... ¡Silenci!... y todo fuesen destellos y flashbacks que producen vértigo (y un personaje principal que te recuerda a alguien demasiado cercano... lo mismo digo, te responde). [ Nausea y mareo, hasta desvancerse como un olvido no premeditado ] Quien vive del pasado muere un poco cada día concluía "El cabo del miedo" (segunda versión)... Baudelaire recitaba en prosa (en "El mal vidrero") sobre el infinito del instante y el placer despreocupado e histérico... ¡y qué coño importa la etenidad de la condena a quien a conseguido en un segundo el goce absoluto!... La cuestión es... qué hacer después.. después del infinito... si no estás, eres –o no- el mismo, y lo mismo da si no hay nada, nada más. Y el problema es –sigue siendo- que todo te recuerda a algo. [ Demasiado concreto y borroso a la vez, tan lejos tan cerca, tan extraño e inasible ] Pequeñas puertas que se abren..., que cantaban Manta Ray, y dejarlas siempre entreabiertas... Despreocupados, hospitalarios y amables, de par en par como en los pueblos (mejor que se lleven algo, todo, a que lo rompan todo, de nuevo).
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¡Bah!.. Lo que en realidad sí resulta difícil, al menos a mi, es determinar el cómo, controlar la forma en que te haces visible a los demás... Como te vean es otra cosa es un infierno, habitual, infierno cotidiano, un ritual, demonios tener que hacerse comprender, agotador (y ya paso)... Diferencia, exclusión, mezcla definida, luminosidad, tono, saturación... Normal... Mostrarse “normal”, con todas las comillas del mundo, resulta la peor manera de entremezclarse con la “realidad”, más comillas y capas entrelazadas, solapadas y ocultas, que se ocultan unas a otras, incapaces de filtrarse entre ellas... Normal es ser transparente. Diferente de invisible, aunque así me suela ver...solo... solamente suelan (no) verme. Peor para ella pues, jodida realidad de las pelotas. A la mierda lo normal. Decido dejar de pensar chorradas (con)centrándome en el escote de la chica de al lado, las braguitas de flores sobresaliendo de las mallas negras, medias de colores y ajustadas deportivas de la otra... Alguna ventaja tendrá lo mío... [ Todos hemos soñado ser alguna vez invisibles... El 99% para saber lo que piensan los demás de ellos, yo básicamente para hacer marranadas impunemente como en El perfume de lo invisible de Manara ] Entra ma... ¡Ueh!.. ¡Yah!... Besos... Sonrisas... Ella es luz... Transparente y visible a la vez... Ingenua y chalada... Pura bondad... pero con cualquiera, que es lo significativo. No fumes... Vale, luego… Charlamos un ratillo... ¿Vamos?… Apuro la copa y caminamos hacia el coche, que unilateralmente ha decidido volatilizarse, o alguien ha tenido la escasa consideración de cambiarlo de lugar... ¡Ah, bueno!... Lo han aparcado fuera de la zona azul, bueno, vale, de acuerdo, qué majos... I res… Cap a casa, escuchando y tarareamos a los Can... ¡Hey you!... I’m losing I’m losing I’m losing... [ Me encantan los Can... Sobretodo Vitamin C, Mushroom i Spoon... Medicamento genérico los Can ] CAN. Spoon CAN. Mushroom CAN. Oh Yeh (y en la cabecera nueva, Vitamin C...)
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Lo curioso es que aunque te creas invisible para los demás sigas siendo vergonzoso, el que más, más que no conseguir serlo, más quisiera... invisible me refiero, que todo es ponerse supongo... Quizás sea la vergüenza un extraño mecanismo de opacidad... [ El otro día la poetisa me dijo hola sin que nos hayamos presentado... Con la o así muy abierta: hòòòla... Risueña, qué rica ella, me encanta... Dale una sonrisa gratuita a un tonto y tendrás unas cuantas horas de felicidad... Resultarás visible por momentos, como un niño que para esconderse se tapa y destapa los ojos con las manos, sin moverse de sitio... ] Lo que decíamos... Ahora recuerdo –asociación de ideas será, amnesia, realidad, pasado, locura... amor e identidad- el final de Amateur... Hal Harley... No siga leyendo si van a verla... o sí venga: una exmonja escritora de relatos pornográficos –Isabelle, yum, Huppert - recoge del suelo a un tipo amnésico... Martin Donovan, un tipo majo y sensible que resulta ser un peligroso asesino, cosa que descubren –y descubrimos- juntos, junto a ellos... a los cuales se añade para más inri una actriz porno que está para tirar cohetes –Elina Lowensohn-, exnovia del susodicho mal bicho... Lo matan... Curiosamente muere... ¿Conoce a este hombre?... Sí, afirma la exmonja, pese a desconocer su nombre, pasado, su vida... Si, lo conozco, repite Huppert... Fin.. [ De aquellos fantásticos, redondos y cortantes finales, tajantes y tajados como media sandía abierta acabada de inaugurar, como Viridiana, El marido de la peluquera, El coleccionista o Manhattan... en fin... ]
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