Pues básicamente eso, la función del árbitro es perseguir la pelota y tocar el pito de vez en cuando para que la gente (incluso los porteros) no se duerma y vuelva a gritar. Los otros dos de negro están fuera del campo, uno a cada lado, pero no en los de las porterías sino en los otros dos. Se llaman “jueces de linea”, pues corren banda arriba y abajo vigilando que la pelota no pase su linea; cuando eso ocurre se dice que es “fuera”, y levantan una banderita avisando al público que vuelve a correr peligro. Un jugador vuelve a meter la pelota en el rectángulo, pero esta vez con las manos, y no necesariamente el portero; es más, normalmente no es el portero quien la vuelve a meter. Hay otro fuera, que es el “fuera de juego”, pero que no es lo mismo que el anterior “expulsado”. Se produce cuando chutan la pelota hacia un jugador que está muy sólo y cerca del portero contrario. El juez de linea alza la banderita y el público se levanta, dice hijoputa cabrón, escupe y chilla otra vez. A veces incluso tiran objetos contra el equipo de negro. Si les caen muy cerca estos se acojonan y suspenden el partido, hasta aquí podíamos llegar, jumm Si la pelota sale por los lados donde no están los susodichos, entonces es el portero quien planta la pelota y le da una patada para el otro lado (o sea, no hacia el público). Pero si quien ha tirado la pelota “fuera” es el equipo cuyo portero está en ese lado, se produce un “córner”, y lo chuta el equipo contrario como castigo, pero esta vez con el pie. Los dos equipos se meten en un rectangulo cercano a la portería que se llama “area” (precisamente la misma donde se hacen “penaltys”), y que también es dónde el portero puede coger la pelota con las manos (si lo hace fuera es “manos”, “falta” y “tarjeta” o “expulsión” a la vez, una jugada complicada). El público pues, vuelve a estar expectante ante la proximidad del balón y el riesgo de pelotazo. Se pone la pelota en una esquina (hay banderitas ahí, como las de los jueces de linea pero clavadas -para ahorrar personal- para que los jugadores lo recuerden, pues normalmente los “futbolistas” no son demasiado “lumbreras” y podrían sacar un córner en cualquier otro lado, y no es eso, que hay unas normas y unas cosas –se llaman “reglamento”-). El partido dura 90 minutos, pero a la mitad del “tiempo reglamentario” paran para hacer unas mirindas y secarse el sudor. Al final, el árbitro levanta los brazos y pita muy fuerte: Eso se llama “final”, y quiere decir que hay que contar los goles de cada uno. Si tiene más el equipo que ha pagado el campo se produce un UNO. Si tiene los mismos que el equipo que viste diferente pero no es el de negro se dice que es una EQUIS, también “empate”. Si ha metido más goles el equipo que ha venido de lejos se dice que es un DOS. En ese caso el público grita, pero no al equipo que ha cometido la descortesía de meter más goles que el suyo, sino al trio arbitral que, total, tampoco ha metido ningún gol, pobrecillos. En algunos casos, si el equipo local lleva muchos días metiendo menos goles que el visitante, el público chilla, pero no al arbitro sino a su equipo y sobretodo a una cosa que se llama “entrenador” (es quien cuenta los jugadores de su equipo, que haya siempre once, uno de los cuales vista diferente -recordemos: “portero”-). Se le invita a cambiar de equipo o a cobrar del paro. Si ya son muchos muchos día marcando menos goles gritan hasta a su equipo, y a otra cosa que se llama “presidente”. Es quien tiene el mejor asiento del campo y fuma puros caros y contrata a los jugadores y al entrenador. Despedirá pues al entrenador y contratará a uno peor y más caro para que la gente este contenta. En último extremo, si el público chilla sin parar como loco, agita pañuelos como en los toros y dice “fueeeeera! fueeera!” (y no es “de banda”, “de linea” ni “de juego”) hasta el presidente tiene que marcharse: eso se llama “dimisión” -tampoco se da mucho pues siempre puede cambiarse al “entrenador”-, y quiere decir que vendrá otro presidente nuevo igual de inepto y chulo, que fumará puros también. El público también se llama “jugador número doce”, pero no puede meter goles ni entrar al campo; si lo hacen en grupo se llama “invasión”; si lo hace uno solo “zumbado”, si va desnudo “striking”, y la gente se mea de risa. “El fútbol es así” forma parte del existencialismo futbolístico, hasta de su filosofía (¿?), y es lo que dicen los jugadores, entrenadores, presidentes y público, sobretodo cuando ha perdido su equipo, ¡chúpate esa!
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