No sé dónde fue ni si será cierto -no voy a preguntarlo, a asegurarme ni tampoco a comprobarlo-, leí que en la crucifixión la muerte deviene por asfixia más que por vergüenza o desangramiento. Y digo lo de comprobarlo porque me faltarían manos –que no ganas ni seguro voluntarios- para completar la operación, al menos siempre una... de no recurrir al celo de dos caras o al loctite para con ella, pese a no ser eso demasiado cristiano, digo yo... (El otro día hice con masilla los pajarillos rotos de la virgen, y arregle el crucifijo a mi mare.. sentí como... mejor me callo...) No tengo estigmas en las manos, pero si cicatrices y demasiadas heridas abiertas... y no me refiero al parte de urgencias que rezaba: cortando pimientos rojos con prisa, el paciente se secciono la yema del dedo –cierto, os lo juro-... añada para una fideuà gigante enfermera...; o a las quemaduras típicas de cocinero, por ejemplo las del cátering del Manolo García, o a las de diable en los correfocs... o la cicatriz por intentar abrir con un cuchillo un bote de paté para N. a altas-bajas horas de la noche-madrugada... ¡Qué gracia le hizo cuando aparecí con el cuchillo clavado!... oooo... dejémoslo... de hecho las heridas a las que me refería eran de otro tipo... No me creo a Mon cuando viene con noticias sacadas de no se acuerda dónde, como la de la muerte súbita de niños durante el primer año de vida, producida según alguien, no sabe quién, por un recuerdo inconsciente del utero materno, donde no era necesario, ¡cágate!, ni respirar. Si me creo en cambio aquella versión de la muerte de Diógenes, ocasionada voluntariamente por retención de respiración, más que la otra, la ingesta de pulpo crudo en mal estado... Y eso me recuerda a su vez, el campeonato de resistencia bajo el agua del que Supermaño resultó declarado vencedor, y a la espera de que retire ya su cabeza del barreño con agua para recoger su merecido premio... seguro una lata de atún de 5 Kilos y un jamón de bellota. Ahora mismo –gripe y bronquitis-, respirar representa para mi no tan sólo un acto consciente, sinó también voluntario; es más, exige de un esfuerzo adicional a cada inspiración, a cada expiración... Como si cada aliento fuese una pequeña y humillante afirmación a la vida... un nsiiiiii... nsiiiii, pronunciado por mi pecho silbante... o mi flauta vertebral que diría Maiakovski... Me asfixio de vez en cuando, y me siento culpable, mareado y asqueroso a menudo... para más Inri... ¿Y si dejo de esforzarme?... Decido salir de casa, bajo al estanco y compro un paquete de R1, que es como aspirar por un tubo semitapado e imaginarte el gusto del tabaco por 20,8 pesetas/cigarro... como fumar de pequeño soplando un mentolado a escondidas y esparciendo el humo con la mano... Medio paquete ha sido todo un récord diario... incluso me siento mejor... lo tosido por lo fumado B.S.O: No sé cuál escoger... ¿la versión de Camilo Sesto?... Mejor la de Corcobado, siempre más cercano a mis disgustos, carácter, desgarros y temperamento... y a mi tono claro está... Me dijiste el cómo el cuándo, pero no el porquéeeeeeeeeeee.....
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