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El Jevimetal es melón... con perdón: duro por fuera y blandito por dentro, que si algo tiene y le sobra al Jevimetal es pose y pelo. Ellos lo llaman actitú. El rock, y el Jevimetal con él hasta la muerte, nunca muere o resucita si es necesario (a menudo lo parecen), es de mal envejecer o en todo caso se hace Mosso de Esquadra, funcionario de prisiones, de la Generalitat o cantautor... por ejemplo cuando empieza a perder pelo... Demostración: ¿habéis visto acaso a algún Jevimetal calvo, si no es por iniciativa propia (en cuyo caso es Trashmetal o Grindcore)?... Por otra parte... ¿Cuantós funcionarios calvos os han (des)atendido o Mossos pelados os han hecho bufar o simplente tocado los cataplines por que sí?... Un Jevimetal nunca lo haría... El Jevimetal es lumpen, workin’class, una clase social... no clasista, y de hecho sin conciencia de clase... De los pocos colectivos, agrupaciones, tribus, formaciones, incluídas políticas, cuya pertenencia señala un determinado (aunque modesto) poder adquisitivo y que, por cierto, consume la mitad de sus recursos en discos negros de coleccionista, CDs negros, camisetas negras de grupos raros, porros y cerveza... Whiskey los viejos rockeros, DYC y WhiteLabel por ejemplo. Fuma Fortuna y Ducados. Tejanos dos tallas inferiores y el negro son el uniforme del Jevimetal. Los fines de semana se ponen muy serios y mudados (vestidos con mallas de balé y pintarrajeados a lo Kiss debe costar lo suyo), vociferan hablando hacia atrás a la muerte, la enfermedad, el caos, la pasma, la suegra, al horror y al horror. Entre semana les cambia la voz, hablan con retintín, se dedican a labores sociales y hasta sonríen (pero en la Ipod cágaté... Pelos “pabajo”, docenas de ellos mueren atropellados insonorizados -y a lo suyo-) El Jevi es peludo, machote, campeón... Una raza... no racista. Aunque pasados de moda realmente son modernos sin interrupción –que decía Baudelaire-; van siempre a la suya (y tan suya) sin tener en cuenta el criterio de los demás, de la moda, la sociedad... o el placer de disgustar (y ríase la gente), pero no estaría de más cambiarse la ropa de vez en cuando... como en el chiste: tu con la de aquel, aquel con la suya... Aunque a no ser por la talla no creo se notase al cambio. El Jevimetal no nace... se hace... en concreto mucho ruído. Son niños malotes con cuernos de caracol creciditos (y no veas cómo: el Jevimetal es grande, literalmente y en todos los sentidos) que deseaban parecerse a su hermanas pequeñas... Pintarse los ojos, vestirse de negro, llevar el pelo largo, suelto y brillante al viento como Brooke Shields, jugar con satánicas muñecas de porcelana y hacerles la vasectomía a los peluches. Continuará...
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