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 Estabamos a medias, como siempre... Apuramos el cigarrito de una calada, fshhh, y... CONTINUAMOS pues... Toca moraleja...Nietzsche decía que sólo son buenos aquellos pensamientos que se toman caminando, en movimiento -y preferiblemente por la sombra, de noche y/o con buena compañía, se le olvidó añadir-..., por lo que en mi actual posición –recordemos... lavabo, estreñimiento, reflexión- mejor no sacar conclusiones acerca de esas preguntas... a no ser que al bigotudo se le olvidase –además de limpiarse los fideos de la boca- el considerar la elevada capacidad de concentración y reflexión que posee sin duda la taza del váter en detrimento de los siempre peligrosos y cansados paseos, de los cuales siempre hay que calzarse adecuadamente, llevar gorra cual Labordeta y bastón si hace falta... y deshacer el camino... ¡y esta vez entero!, a no ser que se esté huyendo... Concentrarse en los prospectos de medicamentos, productos de belleza, siempre ¡Nuevos! y con un 25 % de regalo o descuento, pintauñas, cremas faciales y potingues varios, nos predispone a un estado zen y de vacio interior adecuado, laxantemente ideal para tomar cualquier decisión o emprender –como el arroz- una Brillante iniciativa. O dejarlo todo como está, claro, o a medias!... Menos cansado y muy a menudo la mejor opción. Pero entonces seguro que sumidos, subidos en los escalones más altos del pensamiento humano, casi más que humano, nos olvidamos de estirar de la cadena, apretar el botón o bajar la palanca... ¡alfreeeed!... ¡Así no vas a llegar a ningún ladooo!... ¡Cágate!
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