Te dieron alguna educación... Ya laica (por aquel entonces) pero con cierta fe (aún). Te enseñaron a ser "bueno" sin esperar nada a cambio, respetar a los demás y a ti mismo... No mentir... Honestidad... Ayudar a quien lo necesita, no dar tu brazo a torcer... Sinceridad... Insistir y persistir... Perseguir aquello que quieres, creer con los ojos cerrados en quien quieres... (Una cuestión de delicadeza... Rimbaud perdió la vida por ello -y devino traficante de esclavos-... También dejó de escribir a tiempo) No te aseguraron que de hacer eso recibieses lo mismo, es más, también te enseñaron que no, que no debía ser así... que de esa manera no tenía sentido... Tampoco te lo aseguraron ni creo fuera conveniente que lo hicieran, en el sentido de intentar ser así, por ejemplo uno mismo independientemente de los demás, aunque todo lo demás se opusiese a ello y te empujara a ser uno más. No hubiese estado de más que nos avisaran también, que de hacer todo lo contrario posiblemente recogieras, recogerías muchos más frutos de los esperables... Mundo sádico en el que algunos aprenden bien pronto... A comportarse "rentablemente" y de forma eficaz, muy muy deficiente... Pero pasas curso de esa manera. Y luego nos quejamos de "los otros" Sólo valoramos lo que compramos, pagamos, intercambiamos, recibimos a cambio... Mierda y más mierda... Especulación... Todo es puta economía en cualquier ámbito, un comercio injusto, un mercadeo con las balanzas falseadas: perderás a la larga si entras en ese juego... Pero preferimos y nos movemos por esa inmediatez de las rápidas ganancias con el mínimo esfuerzo y riesgo... Pan para hoy que mañana dios dirá... no hay sacrificio ni esfuerzo, tan sólo "comodidad", truque y conveniencia. Todo mentiras... Una vida instantanea, Sopinstant y descafeinada, háztelo tu mismo (y nadie más). Mundo sádico, tonto... y masoquistas... Luego te dan mierda y no sólo te conformas... pides más mierda, es lo que esperas, lo que crees merecer... Lo que visto lo que hay que ver das, porqué es lo que esperan... Y lo triste es que... ¡Funciona!... ¡Dígaselo a su vecina! ... Algunos tardamos más en aprender ciertas cosas, simples y sencillas como retirar la mano cuando te quemas o no persistir en viejos y conocidos errores... ¿Errores?... ¿Cómo puede ser un error aquello en lo que uno cree, independientemente de la verdad que contenga, lo que duela, cueste, engañado que esté, o de cómo resulte?... Para mi eso no es un error, o en todo caso no tiene que ver con uno mismo, aunque puedo estar equivocado... Seguro me he equivocado, estoy seguro demasiadas veces... Seré necio pues, y persistiré en mis errores... ¿Acaso voy a -poder- cambiar ahora?... Según Blake llegaré a sabio... Yo en cambio solo quiero hacerlo alguna puta vez a la hora, no tan tarde, demasiado pronto... o como siempre en el lugar adecuado pero en el momento inoportuno. Será el derecho a contradecirse, que reivindicaba Baudelaire, y no estar equivocado en ninguno de ambos casos... que me digo yo, para no llevarme la contraria... Pues nada me incomoda más que que me den la razón, sin explicármelo antes. ...
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