Las cosas que siempre van bien estan... ¿en televisión?, ¿en los anuncios, en la publicidad –mi vida como un anuncio, todo vuelve (después de una breve pausa)-?, ¿en las declaraciones de –cualquier- gobierno?, ¿en los dibujos animados, en los finales felices de (y del) cine?... ¿en nuestros recuerdos?, ¿en nuestros deseos?... ![]() La alegría en las caras de la gente no existe: sólo en tu mirada (cuando estás contento)... No hay paisajes más desagradables –decía Ciorán- que el rostro humano (cuando estás triste), mendignado no sabes bien qué, en expresiones ajenas. ¿Después de la calma viene la tempestad o la muerte?, ¿qué precede a la serenidad?, ¿la alegría?, ¿la exhaltación?... No recuerdo ni temo ya, lo que vendrá. Los sucesos complejos son consecutivos (en serie, como un asesinato), pero no condicionados, ni condicionales (los unos con los otros)... Si te caes arrástrate, si te hundes ¡cava!, tu propia fosa, empuja aquello que está cayendo; ¡y agárrate!, a aquello que arde, vuela (y quema). No estar “ni mal” por no estar bien es una despreocupada suerte, además de una falta de culpa envidiable y cierta, impecable inocencia... ¡Aprovéchala pues!.. Hay quien ni estando bien puede dejar de sentirse culpable (por no estar mal, por su favorable situación, también)... Acompáñate, ni que sea una vez, o última ocasión.
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