Actualmente en el estado español, gran parte de la gente que activa, efectiva y con mayor eficacia (según parece) “hace” política, está en los medios de comunicación (¿?)... Y digo comunicación, no información a secas, pues comunican informaciones sino falsas y distorsionadas seguro interesadas... Política en el mal sentido de la palabra, no aquella que se preocupa u ocupa del mejor gobierno de las personas, cosas –valga la redundancia- y bienes –sobretodo los suyos-, ¡qué estupidez!, sinó de atraer a sus postulados y por todos los medios a cuantos más puedan mejor, su único objetivo, y desacreditar las posiciones ajenas mediante cualquier medio o manipulación... de la información, claro está.... Un ligero e irónico tonillo de descrédito es más que suficiente, la selección o el pie de una foto, la ubicación de la noticia, y las noticias “colaterales” en la misma página... “hacer hablar”: “tal dice... según tal... ” en tercera persona a según quienes, ordenar e invertir las frases de según cuales y con según que hechos o cohechos, conviertiendolos en meritorios o en execrables a conveniencia... “españa-va-bien.......... tal es un borracho..... ” no sabemos ni quién lo ha dicho, si es que lo dicen (en los títulos de crédito y letra pequeña quizás... pero ahí queda eso... y eso queda, sobretodo si lo repites y lo repites y lo repites día a día)... Imaginaros pues, si nos centramos en el mero e insignificante contenido de la noticia... ni que decir tiene de aquellas otras que ya ni aparecen... no las necesitamos, deciden. Después de semanas, meses, escuchando en multitud de tertúlias e informativos (¿?), ocupando gran cantidad de páginas y portadas de diarios, revistas y noticiarios... básicamente insultos y descalificaciones, linchamientos... siempre lo mismo en definitiva, hoy me ha sorprendido NO encontrar casi nada al respecto de las declaraciones de Otegui... Pero no pienso hablar de la posibilidad que la filtración de “la noticia” del siglo (¡sic!) surgiera de las filas de ciu, como afirma (en este caso “sugiere”, despachan los diarios en dos lineas...) el abertzale... De lo que ello implica... De lo informado que pueda estar dicha persona sobre el tema o el poco interés que pueda tener en mentir... Es triste pero así es, que la credibilidad de unas palabras deba medirse en función del interés o rédito que obtenga quien las pronuncie... y eso hacemos... Como en el fútbol, la política es así, de poco deportiva. Somos unos retorcidos malpensados, y estamos desquiciados (para una vida política “normal”)... ¡Todos!
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