A veces intentas hacer cosas de buena fe por los demás, sin afán de protagonismo (todo lo contrario), sin que te lo hayan pedido, porqué crees que es mejor para ellos, para todos, porqué eres persona, nada más que un individuo (más que un político incluso). Que de ahí pueda salir “algo”, alguna cosa que desenquiste una riña, una disputa; una situación condenada a perpetuarse por el rencor mutuo entre otras cosas. No se trata de “negociar” o “decidir” por los demás, pues no te corresponde a ti; sencillamente sondear el estado de las cosas, escuchar, dar tu opinión o sugerir, al uno, al otro. Encontrar coincidencias, posibilidades, limar diferencias, asperezas... ¡Hablar!, en definitiva, sencillamente eso, y escuchar sobretodo. Y el resultado es siempre el mismo... Se zampan tu bocadillo, la bata, manchada, la cartera del cole rota, y un moratón en el ojo... te llueven de todos lados, correveidiles a sueldo, chupatintas seguidistas y politicuchos de mierda que por rabia o en beneficio propio (¡e increible!, contra el interés general) aprovechan la ocasión para lincharte: No se puede ir de buena fe con según quien siendo según cómo... ¡Para qué te metes!, regañina en casa por si fuera poco... En el cole me llamaban “el político”... ¡Calladito estás más guapo!, me dijeron “los fortachones”, y no volvi a abrir la boca hasta muchos años después, aunque me la partieran... ¡Ya se lo harán!, me quedo en casa y cada vez más lejos (“lluny”), no importa dónde pero fuera de este lugar, que decía el Capitán Spok. PD: ¡Ànims Josep Lluís!, ojalá muchos políticos fuesen como tu, independientemente de su ideología u opinión. 28 Jan 2004 por Mon
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