Me levanto a las 5 de la tarde Desayuno, como, meriendo, ceno un litro de Vichy Catalán, yougurt de Danone y una magdalena de la Bella Easo. Salgo a pasear. Que es Sant Jordi. No tenía tabaco en realidad. Sino de qué. Alguien me para y me dice que que ya es primavera en el Corte Inglés. Que estoy rojo como un tomate y sudando a raudales. Me llevo la mano a la frente y tienes razón, le digo. Me quito el jersey, la chaqueta, la bufanda y el abrigo. Me siento un poco mejor y le doy las gracias. Me dice que me afeite y me peine y le envío al cuerno. Recibo una llamada de una tal Pepa... ¿Quién coño es Pepa?... Es más... ¿Quién coño ha puesto a Pepa en mi agenda telefónica?... Decido no contestar por todo lo que pueda no ser... La calle Mayor está llena de gentes agrupadas horizontal y preferentemente de dos en dos y de sexo contrario. Las féminas llevan colgando una rosa y algunas una cosa que se llama niño, o libro creo. A ellos se les denomina pareja. A la cosa familia. Yo avanzo más rápido que ellos, aunque vaya más que ellos a ningún sitio. Vamos a creer que somos un país culto y que lee, algo más que la contraportada de un libro comprado un día al año junto a una rosa inodora de invernadero para decir que te quiero, una vez al año. Y hace daño. Chicas guapas sonrientes con tops ajustados se empeñan en venderme rosas. A la que me gusta una, chica no rosa, le compro 13. Le doy una, con la condición que no la revenda. Me pide el teléfono. Le digo que es que sólo tengo uno. Me pide el nombre. Le doy Alfred, y ya no me llamo de ninguna manera. Le daría una rosa y 2,35 metros cúbicos de libros pero no está. Le enviaría un sms con una rosa pero odia los emorticonos de los cojones. La llamaría pero no contestaría. No debería llamarla pero creo que acabaré haciéndolo. Saludo a los de la parada de la CNT y a los exMDT y me regalan una chapa y un mechero. Saludo a uno de mis 16 exjefes y me da su correo. Saludo a la exnovia y a su novio y me da un beso. Saludo a los Mosos de Escuadra y me piden la documentación. Música de cobla. Se me estremecen los pelos del cogote. Corros bailando sardanas. Amunt!. Se me caen los cojones al suelo. Me pongo a llorar, recojo mis partes y salgo corriendo. Los Mossos vuelven a pedirme la documentación. Estoy demasiado sensible y me jode. Me jode que la haya jodido. Siento que me joda tanto que crea que soy lo que cree que soy y no soy y lo que no soy y podría ser. Me duele que me haya dolido. Eso es Pessoa. El resto muy jodido. La cabeza me va a estallar como en scanners. Regreso a casa tarareando Orbital. Myolastan y una Heineken. Y hoy de nuevo Nip Tuck. Que mañana será otro año.
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