Más que una vena vegetal (mal encontrado creo el sustantivo) lo mío ya es conciencia mineral... Siento empatía por piedras y edificios varios, agujereados por ventanas entreabiertas, atravesados por vigas, las persianas semibajadas, las paredes manchadas de lluvia... a veces incluso rellenos. Un edificio de protección oficial me mira y baja la cabeza, una estatua me observa de reojo; el ayuntamiento hace mala cara, y el hospital padece una depresión endógena. El castillo de Lleida sonríe sarcásticamente, ja ja ja... ¿dónde vas hombre?, ¿ya estás aquí otra vez?.. ja ja ja... ... A los animales, dedicaba Céline su Viaje al fin de la noche... A las piedras va éste pues...
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