Na na naaaa... Me suena (como El Hostal) me suena... Ni no nooooooo... y no puedo eludir esta tristeza, como el estribillo de una mala canción que se repite y no puedes evitar... Dum du dummmm... Como ese ritmillo de fondo en los bares, o la banda sonora de un amanecer sin sueño y que no cuenta contigo... y no entiendo el cómo ni cuándo apareció, porqué surgió porqué porqué (¡y cuántos acentos!, a propósito)... [Libros, música, películas y más libros (harto desrecomendables), un carácter esquivo, huraño y autolesivo, cierta introversión y una tendencia al pesimismo (por parte de padre); un humor negro insospechado (el vecino tal vez...) y unos nervios alterados y poco templados (por vía materna).... Y (mucha) mala suerte (por cierto)... Somos cromosomos, ¡joder! (no lo he inventado yo)] Ayer –lo juro- me encontré a Pelegrí Pelegrí Pelegrí jugando a las máquinas en el bar de abajo... ¡clong!.... rrrrrrrrrrrrrrrrrrrr... ¡ding dong diiiing!... ¡avances!, ¡uno!, ¡dos!, ¡tres!, ¡cuaaaaaaat-tro!
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