Ayer –dia de la hispanidad- hizo casualmente 300 años, mira tú por dónde, que las tropas borbónicas de Felipe V ocuparon, asesinaron –700 civiles entre mujeres, hombres y niños- y arrasaron nuestra ciudad. Ya puestos y para aprovechar el viaje, nos sometieron política, cultural y económicamente –por derecho de conquista, por huevos vamos-. Ayer, en nuestra extraña ciudad, rara a cojones y culta dónde las haya, desmemoriada –sobretodo por nuestros políticos- y apática, donde nadie mueve un puto dedo por nada –y yo el primero- y sólo se reúne para ver el Plus, cenar en mi casa o hacer el vermut en el Blasi y El Marraco –que las tumbonas son más cómodas-, dos millares y medio de personas recordaron este hecho, entre otras cosas. De lo de anoche no me acuerdo. [ No es la memoria la histórica, sino el olvido... Y convertir el Roser en Parador Nacional no es olvido; sino recochineo ] Hace ya algunos siglos era tradición en nuestro país –Cataluña, que es el que me ha tocado, ves què hi farem!- llamar a los retretes Can Felip (de borbó). Colgar retratos de Felipe V cabeza abajo. Entre otras cosas igualmente divertidas. No sé de qué se extrañan ahora... No hay que perder las buenas costumbres, oiga. Y hablando de buenas costumbres... ¡Qué manía con quemar fotos del rey!... Pudiendo socarrar-las en el microondas, pisarle los juanetes o meterle el dedo en el ojo. En Francia en cambio existía la bonita tradición de degollar a los monarcas, mucho más rápido y efectivo. Sabios nuestros vecinos (y no me refiero a los españoles). Eso para empezar. Y luego hablamos de política, oiga. O como dijo el Marqués de Sade, un esfuerzo más si queréis ser republicanos. Pero de verdad. De entrada republicano. A continuación independentista –porqué El mundo me ha hecho así, porque nadie me ha tratado con amor-. Y siempre libertario. Nada me parece tan antidemocrático y estúpido como mantener –literalmente y en todos los sentidos- (a) una monarquía... Bueno sí... Sí se me ocurre: que la dinastía sea la de los borbones, caracterizada entre otras cosas por una acumulación de capital extra-or-dinaria -y difícilmente atribuible a su ya de hecho modesto y (extra como el jamón)ordinario salario base- y una ausencia de vatios deslumbrante. Sólo en un país de ciegos como es España, un borbón puede ser el rey. foto: Juan Carlos de Borbón en su lugar de trabajo habitual Juan Carlos de Borbón afirma que la monarquía ha aportado estabilidad –la suya y la de los suyos será- y democracia –sin autodeterminación no puede existir democracia, y con monarquía aún menos- al estado español... Los cojones... Muy señor mío (bueno, de todos los españoles): que dos hechos se den solapadamente en el tiempo no señala que deban ser consecuencia, ni consecuentes... Se me están desaciendo los cubitos del gintonic... el broquil s'està florint... y el agua para los raviolis ha empezado a hervir. No sé si me entiende... Es lo que tiene la cantaución. Hemos renunciado durante décadas a tantas cosas por una presunta estabilidad y mediocre bienestar que ahora nos resulta extraño exigir lo que es nuestro: la libertad de poder escoger ser igual de burros -con banderita, himno, selección y cuco uniforme a juego- como el resto de tontas y ridículas naciones/estado del mundo. Enfrascarse en un debate sobre la monarquía me parece sumamente bizantino... Como las discusiones entre iconoclastas e idólatras. O aquellas discusiones de siglos sobre si dios tiene culo y cristo cagaba. Los iconoclastas quemamos, perdon quemaban precisamente aquello que los idólatras adoraban: los iconos. Precisamente se quema aquello que resulta simbólico... ya lo dictamina la sacrosanta constitución, que el Rey es símbolo de la unidad y "permanencia" de España, y que sus actos no están sujetos a responsabilidad (el jefe del estado es un irresponsable, válgame dios!)... Quemar pues una foto del rey no es un acto personal (a mi Juanito "el breve" ni fu)... pues en realidad nadie tiene nada contra Juan Carlos, con lo majo y sencillo que es el hombre (sí, sí... Si yo fuera rey también sería buena persona (no te jode)... sino político; una manifiesta y reconocible protesta y legítima reivindicación pública (en privado sería vudú), una manifestación simbólica de un anhelo político, arte incluso (ele). [ No soy partidario de quemar nada, salvo rastrojos –y cuando la meteorología lo permita-; ahí, siempre haciendo amigos los independentistas... Pero lo entiendo y lo apruebo... Aplaudir pues ya no me gusta. Tiene que ser muyyyy bueno el cante. Quiero decir: nunca deís fuego al rey chavales, que fijo se os queda el mechero ]
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