Los recuerdos son fragmentarios y sesgados... También selectivos e interesados, lo había olvidado... a conveniencia de cada uno de nosotros, para la supervivencia de un moderado y no excesivamente avergonzado yo, a veces a inconveniencia de los demás, alguien en concreto, cuando queremos (no) verlos de alguna determinada manera. Supongo en parte debe ser bueno que así sea... de otro modo sería imposible mirar adelante llevando ese peso, detrás y además encima, que es la memoria... Una memoria... verídica, ciertamente. [ o “la verdad es para encarar el futuro”, mientras que la mentira “para soportar el pasado”, que aforiza Jorge Wagenberg, doctor en Física y Teoría de Procesos Irreversibles en su último trabajo “A más como, menos por qué”... ¿Y porqué A más cómo menos por qué?... Porque es preferible responder a algún cómo que preguntarse tantos y a todo porqué, o porque entonces el porqué deja de ser lo importante y pasa a serlo el cómo, como comprender las cosas que la razón, o asimilar la sinrazón, cualquiera que sea por la que pasa lo que pasa, y lo que no pasa o pasa de largo, lo que pasó y lo que no sucederá pues también... Pues nada pasa una sola vez, y sin embargo todo vuelve a suceder siempre diferente... los mismos errores tal vez... El porqúe no es práctico y siempre resulta insuficiente, fundamentalista: por definición nunca podrá abarcarlo todo ni estar seguro de nada; el cómo sin embargo puede resultar útil, como hipótesis al menos, sólo a veces, pero a veces ya es más que suficiente ya es más que nada] Te diseñas un recuerdo que te deje en buen lugar... que te absuelva benevolente... Que condene a los otros y a ciertos algunos... En el olvido, o en mala memoria los tengas.... Planificas un olvido a medida, premeditado, consciente y gradual, como un terrón de azucar disolviéndose y goteando sobre una copa de absenta... Bébela despacio y olvidaló olvidalá olvidamé... Va a subir la marea y se lo va a llevar todo. [ y yo no sé nadar ni floto ] ¿Podríamos decir pues que el olvido es un requisito, o una exigencia (para vivir)?... No recuerdo la respuesta acertada... Sí en cambio demasiadas cosas... Mala cosa... Las buenas aún duelen más, pueden dañar mucho más... Pesan, lastran, acaban contigo.. Todo lo malo se acaba... Lo bueno en cambio perdura, para bien o para mal, ni que sea en el recuerdo... O precisamente por eso. Sin memoria no hay dolor.
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