Si no te gusta (o no puedes) de acuerdo, no comes carne; pero por propia decisión, renunciar (totalmente) a ello pues... como que no lo entiendo (ni intentaré convencerte de lo contrario, quizás tengas razón), o mejor...: no lo comparto (entender todo puede entenderse, cómo no...)... Por razones éticas, el sufrimiento de los animales, etc., pues doy por hecho que existe una delicada y respectuosa legislación al respecto (expertos consultados en la materia así lo confirman), que estamos en un mundo de leyes jodidamente perfectas y donde además todo el mundo (ole qué bien) las respeta... No ha lugar pues. Si es por el propio hecho de provocar la muerte de un animal (y su ingesta previo rehogado en un buen rioja) de acuerdo, soy complice de asesinato, pero que conste que no he matado nunca a una mosca (y menos un venao, ¡joooo!, que miedo tu...). Seguro manipulaciones, fraudes y contaminaciones son más frecuentes y nocivas con los productos cárnicos que en el caso de frutas y verduras, pero puestos a renunciar a algo dejaría antes el tabaco que el cordero, la ternera o el cerdo... Y si tengo que morir prefiero hacerlo de pie, ante una espalda de corderitito, que de rodillas ante un plato de verduritita (que bien buena es también, sí Faemino claro...). Dejemos colateralmente el tema pues la receta de hoy contiene saitán, sustituto de la carne (aunque no es lo mismo no es lo mismo que no...)... pero bueno, sus proteïnas (y algo de gusto) tiene... Allá va... La vecina nos ha obsequiado, ¡premio!, con un calabacín de 95 centímetros... Si la semana pasada fue la semana de los polos y el entrecot (se nos averió la nevera llena y tuvimos que consumirlo todo antes de que se hechase a perder), ésta ha resultado ser (y la próxima –vease foto adjunta del medio manjar restante sinó-) la del calabacín... Cremas, purés de calabacín, pisto, canelones de gambas y calabacín, tarta, flanes, helados de calabacín al vinagre de módena... y el presente: minilasañas individuales redondas vegetarianas 1.0 (de calabacín por supuesto). No tiene secretos: cortes transversales de calabacín mediofritos a fuego lento. Entre ellos: un sofrito... aceite, cebolla, tomate, setas (muchas y variadas), ajos, laurel, pimienta, calabacín (como no)... y saitán desmigado. Bechamel o no por encima, algo de decoración, horno y a comer (¡que no es carne, joder!).
|