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Blog: Compendio de yoeces, tumismos y elsabrá... Agenda, diario virtual, recopilación de notas y posts sin post-it. Exhibicionismo de nuestras miserias, desvarios y naderías. Resultado de la necesidad de expresar (y hacer saber incansablemente a los demás) que somos únicos, exclusivos, diferentes, interesantes, inteligentes e incluso bonitos, necesidad por otra parte compartida por todo el mundo. Se dice, se comenta, se postea, que "un blog es una persona", con lo cual si no tienes bitacora no eres ni persona. Si dos personas escriben en un mismo blog es que en realidad son la misma (Mon no existe). Si lo hacen muchas se llama foro, y acostumbra a ser porno (y mucho más interesante). El principal problema de un blog, tanto para su hacedor como para sus lectores, consiste en la obligación no explícita (o sea implícita, vamos) de escribir en él a menudo... ¡Equaliquá!, ésa es la causa principal de la escasa calidad de la mayoría de sus contenidos: Se escribe porqué debe hacerse, no porque (y cuando) tenga algo que decirse realmente. Que decir tiene, si así fuera el 90% de los post no se escribirían, y muy probablemente ni tan siquiera se hubiese iniciado las mismas (bitacoras).  De la adoración al público escarnio y posterior lapidación va un post... Los mismos entusiastas admiradores lanzan contrariados e iracundos la primera piedra; incluso en secreto silencio, como las hemorroides, aguardaban esperando el momento (inoportuno) de hacerlo. De la misma forma que los policias antes eran personas, los blogohacedores también dejan de serlo, para convertirse en bloggers... Enfermiza condición en la cual ya no se percibe la realidad, sino estímulos a postear; ya no se escribe, sino que se postea; dialoga, sino que se comenta; alerta, sino se hace pinnnng!, se debate, sino hiperlinka, se recomienda, sino se enlaza... Deviene el blog entonces un mecanismo autónomo y sin escrúpulos a la busqueda de visitas que alimenten su engreido ego. Si Borjamari habla de ellos ya pueden darse por satisfechos y regresar a sus anodinas y putas vidas, y dejar de dar la brasa a los demás con ellas. A diferencia de las cucarachas que nacen, crecen, se reproducen y mueren, el sentido de la vida de un blog radica en el número de visitantes. No obstante, el objetivo inconfeso de su autor estriba en ligar y follar con otros bitacoreros, conseguir fama, ser reconocido, elogiado y admirado, follar, encontrar trabajo o ya puestos (que eso cansa) ganar dinero y vivir con ello. Así que casi mejor vivir de lo padres, que de los blogs de tus hijos no vas a poder hacerlo.
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