En un rincon de otra sala de espera más (en el otro, un par de comerciales de las farmacéuticas –nomeolvides y brillantes gafas de sol en la cabeza- está regalando bolígrafos, agendas y demás presentes a 4 o 5 médicos):
Dos ibuprofenos EFG de regalo A veces pienso que aquellos que más sensibilidad debieran mostrar son precisamente los más despreocupados, los que menos interés tienen por que todo funcione aceptablemente bien... No sé si los encargados de nuestra salud son las personas más deshumanizadas por todo lo que les ha tocado y toca vivir día a día, esa frustación, que quizás con el tiempo pueda dar paso a la indiferencia, ¡y a mi qué!, hasta aquí puedo llegar y no estoy obligado a más... a posteriori, pese a las buenas intenciones y vocación que pudieran tener... Lo que si es cierto es que a ellos también les toca sufrir, como a nosotros nuestra salud, esta falta de recursos.... pero... Supongo que ni mejores ni peores, la misma mierda y buena gente como en el resto de profesiones... Pocos de nosotros hacemos aquello que nos gusta, y aún menos estamos (bien) preparados para ello... El tacto y la sensibilidad seguramente no fueron requisitos imprescindibles. Desangrarse en una sala de espera... o en tu casa de haber vuelto a ella más que cansados de esperar... Y si eso ha podido pasar, necesariamente ha ocurrido en otra ocasión, y por desgracia volverá a pasar... ¡Lamentable!... Si quieres ser bien atendido... ¿hazte tu mismo la cama?, ¿te esperas?, ¿protestas? ¿pagas?, ¿llamas a algún conocido del gremio?... Y la sensación de tristeza, impotencia, ¡así va la vaina!... y cierta vergüenza por tener que recurrir a “eso”, a ver si hay suerte, a ver si puedo conseguir algo... porqué si algo nos preocupa a cada uno de nosotros es la salud de los nuestros... Y con eso no se juega, y mucho menos nos gusta que lo hagan otros. De las pocas cosas, si hay algo que odio, execro y abomino profundamente, es que la salud de una persona esté en función de su cuenta corriente, que disfrute o sufra esa salud; que alguien pueda morir o salvarse según el saldo de que disponga. (Gracias al personal de a pie de todos los Centros de Salud... sé del cierto que hacen cuanto pueden... a veces)
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