Sonar. II. Ir o no ir (pero sobretodo contarlo: esa es la cuestión)

Sobretodo: haga el pez, el merluzo o el gamba por ejemplo. Sea minimal. Inspírese en Rain Man. No mire a nadie. Mire a la nada. Extravie al prójimo como a si mismo y mejor vaya solo. Y sobretodo, no se automedique, hipervitamine ni mineralice (más de lo necesario) que éso ya no se lleva; bebidas energéticas a lo sumo: hay que estar lúcido y despejado para ser igual de soso y rancio y muermo que el resto de la gente. Seguro no le costará ningún esfuerzo. El no hacerlo, o hacer nada.

Dé todo por supuesto. Los demás son tan inteligentes, interesantes y entienden tanto de música como usted. Tampoco intente comprobarlo ni mucho menos demostrarlo... Podría decepcionarse, parecer tonto (o que los demás se den cuenta de ello).

Memorice al minuto horarios y artistas; difícil, pues todos tienen 14 grupos simultáneamente de nombres raros como balbuceos de bebé, y que a los dos días cambian de nombre, sin que ello les sirva de coartada.

[ Prueben a inventarse un DJ magnífico y pregunten... Verán como pse, es que DJ Pse, DJ Magnifico no me gusta mucho su último disco, ¿sabes? ]

Recórrase (con perdón) previamente toooodos los escenarios: seguro que hay alguno escondido o alguna sesión vip para (aún más) entendidos que no puede perderse (y aún menos dejar de explicarlo).

[ Por ello, en la medida de lo posible asista preferentemente al Sónar de día... o mejor todavía ( no se vayan aún hay más, que decía el Superatón)... al Antisónar, el súmum de la independencia, independientemente de que desconozca el cartel o de hecho ni exista, ¡qué coño importa eso! ]

Comente en voz alta que el año anterior estuvo mucho mejor (y el previo que te cagas). Que encuentra a faltar más presencia del sello Warp. Recomiende lo último de Autechre que siempre queda cuco. Aquel disco inédito -y no editado- de Arto Lindsay, y a Mathew Herbert pues también.

Decepciónese cada media hora con tal o cual cosa (o artista, valga la redundancia). Que la decepción es tan distinguida, sabionda y muda tanto. Es más: indígnese... Todavía más: váyase ya.

Mire con asco y por encima del hombro. Alterne irónicas sonrisitas con seriedad sabia, marcial y crítica (que no somos jevis, coño). Cambie de escenario cada veinte minutos, y en todo caso a los cinco minutos de haber empezado la actuación.

Bonitos, atunes y pamplinas a parte: yo, usted, somos feos y feas. Sin faltar, pero no nos engañemos... Asistir a Sónarrrrr decrecerà su mermada autoestima tres pueblos (y aumentará su calentura dos carretas).

Respire hondo, interiorice (y deje de mirar así ya, coño): todos son bellos, hermosos, e incluso igual de listos... que uno. Usted, y cada uno de los feos y feas que asisten al evento son las personas más excepcionales, musicalmente informadas, modernas y a la última, incluso más allá y todo; gestualmente maravillosas, maravillosa, visual y estéticamente geniales que halla parido madre (y hasta padre).

No sea usted menos: Créaselo. Es el mejor. Repíta(se)lo.

Bajo ningún concepto crea ser menos que nadie. Demuestre lo contrario a todos.

Last but not least: haya donde fueres haz lo que vieres, por ridículo que parezca (es más: suele serlo)... Mimetice: será el secreto (compartido y conocido por todos) y la garantía de su éxito: pasar desapercibido en Sónarrrr, y poder explicar que usted (también) estuvo allí, cómo no...

Tirit... tiririt... tit... tirit… tu tut… tori... tut tit…

11 Jun 2007 por Alfred

Avís legal versió express (+18)