Aunque suene incongruente, cambiar, no nos hace diferentes, es más: a veces hay que hacerlo, para continuar siendo el mismo... aunque de otra manera, sin que por ello cambie nuestra propia naturaleza. Mantenerse exacto e idéntico a si mismo, a uno mismo, es estancarse, no evolucionar, no aprender, no "saber equivocarse", no pretender hacerlo mejor... [ Cosa que no quiere decir que cambiemos para bien... que el cambio por el cambio, el cambio en si devenga positivo o nos haga más "eficaces" y capaces para afontar la realidad, de mejor manera (y con mejores resultados) ] No creo en la experiencia como valor positivo en si, si uno tan solo acumula años, fabríca currículum y recopila anécdotas... Para ello haría falta que ésta se convirtiese en catalizador, como en una reacción química... mejor, más productiva, sin elementos residuales, y más energía. Nosotros sólo somos uno de los ingredientes, de elementos -y menudos - por lo cual, el producto resultante siempre resulta ser inesperado en desconocer al resto, las condiciones ambientales, entorno, tiempo y momento, diferente situación... sino, puedes acabar con los bigotes chamuscados como cuando hacíamos experimentos con Quimicefa. Reacción paradójica. La verdad es muy relativa, y puede mostrarse de mil maneras sin por ello dejar de serlo, ni tener que ver con la mentira (absoluta, intencionada, consciente de si misma, de ser diferente a lo que es, mostrarse de otra forma alejada de lo qué somos). A uno (lease: yo, para no ir más lejos que me canso y sudo) le resulta difícil disimular, representar esa mínima verdad, aquello constante e igual a si mismo, a uno mismo que nos determina y conforma independientemente del contexto, momento y situación, de una forma socialmente agradable y benefactora. No obstante precisamente eso me ha reportado agradables tropezones, con diferentes piedras en el camino, de nuevo, y de verdad además, verídicos, verdaderos. Que valen la pena. Y probablemente sólo las hubiera encontrado de esa manera. La verdad no nos hará libres, tan sólo verdaderos. ¿Más felices, mejor acompañados, mejores en si?... A veces... sí... a veces... (aún) espero que sí, más a menudo. En cualquier caso si ha de ser, sólo lo será así. Porque yo lo valgo, que decía la del anuncio de la caspa. O no.
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