DESENAMORADOS Separe a dos enamorados. Ponga en una olla un trozo de mantequilla del tamaño de un bebé. Cuando la mantequilla esté caliente, mate a los enamorados deshechos en lágrimas, vacíelos, y, después, póngalos a cocer juntos. Cuando hayan adquirido una bonita palidez, retírelos. Haga un caldo con harina y mantequilla, sal, pimienta, un ramito de muguete (si es temporada), tomillo y laurel. Vuelva a echar a los enamorados en la olla, con una docena de cebollitas tiernas y, quince minutos antes de servir, añada unos cuantos champiñones. Se pueden agregar unos golpes y unas cuantas heridas. EL BOBO ADORNADO Coja un bobo, desnúdelo, búrlese de él. Dele unas patadas, mátelo, córtelo en trozos de igual grosor y póngalo en una marmita junto con un buen pedazo de mantequilla, sal, pimienta, especias, ajos y perejil picado. Déjelo soasarse bien y añada un chorrito de vino blanco y un poco de caldo. Cuando el bobo empiece a hervir, retírelo del fuego y sírvalo bien adornado. Cómaselo discretamente hablando de alguna otra persona. Me encanta “La cocina Caníbal” de Roland Topor... miembro del grupo Pánico -junto a Arrabal- y coguionista de algunos de los trabajos de Jodorowski...
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