Seguro no eres uno de aquell@s que está haciendo constantemente méritos ante tus superiores, putea y hace la cama a sus semejantes laborales y la vida imposible a sus subordinados (aquel que, sádica ella hijodeputa él, pueda tenerlos y los tenga, únicamente para su abuso y disfrute). Acostumbra a suceder únicamente en grandes compañías, sociedades con jerarquía, organigrama (y hasta logo cutre y rancio lote de navidad), administraciones generales, locales, entidades culturales, sociales, deportivas... En definitiva: toda empresa fuera de los autónomos (o con más de un trabajador no socio -que ésa es otra-). 1.- Resaltarás tus méritos por encima de todas las cosas, sobretodas las cosas, por ejemplo y sobretodo: las cosas de tus compañeros de trabajo (de escala laboral similar a la tuya). 1b.- Alabarás a tu jefe por encima de todas las cosas, por todo lo que haga, por lo que deja de hacer, porque sí, por delante (pues por detrás es penalty, sodomia y expulsión). 1c.- Vilipendiarás a cualquiera que suponga la más mínima competencia, tenga mayores conocimientos informáticos (informáticos inclusive -muy mal vistos y culpables de todo en cualquier organización-) o siquiera sugiera, cambios, modificaciones, ideas o tenga, ¡válgame dios!, iniciativa (que para eso ya está el Rafel Ribó). 2.- Bajo ningún concepto emprenderás iniciativa alguna, por muy conveniente o evidente que resulte su aplicación, de lugar a una mayor eficacia, rapidez y eficiencia, signifique un menor esfuerzo o reporte un gasto inferior, o beneficios mayores a tu empresa. Si las cosas se hacen así (de mal) es por algo. No vas a ser tu (el útimo mono que lleva dos días que NO PUEDE, saber ni hacer algo, qué coño!, mejor, de lo mal que ya se hacen)... Pues cualquier mejora propuesta (por ti) inevitablemente supondrá un empeoramiento de tus condiciones laborales, te ganarás envidias mil, vudús y males de ojo allá por donde pases, generará una suspicacia permanente hacia ti, por parte de tus superiores e iguales (o supondrá directamente tu despido (por lisssto). 3a.- Delegarás responsabilidades, en todo aquello cuya realización suponga un trabajo mayor o implique un riesgo superior. También las culpas, de lo que seas responsable (y salga mal). Las asumirás en cambio, de todo cuanto necesariamente vaya a salir bien, también a posteriori (incluso si no lo has hecho tu). Habitual entre los que pagan y los que cobramos, los que mandan y y los que recibimos órdenes. 3b.1- Los méritos se ceden y atribuyen en sentido ascendente (e inverso al de la delegación de las culpas). 3b.2.- Nunca asumas nada que no puedas delegar posteriormente. Acabarás responsabilizándote de culpas e ineptitudes ajenas y te restarán meritos propios. Además trabajando el doble (y cobrando lo mismo, claro). Corolario: No se nos paga por pensar (algo mejor), sino por hacer (igual de mal).
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