![]() El día que creía estaba siendo mi cumpleaños el parquímetro se comío mi tarjeta de crédito y llegué tarde a mi nuevo trabajo... Tampoco les importó... A mi sí... Di aviso y dejé la ventana del coche semiabierta... Los de mantenimiento me la tiraron al interior... Tentar la suerte y (poder) perder coche, el (poco) dinero y el (nuevo) trabajo a la vez... Salud no tengo. Amor no existe. El día que tampoco era mi cumpleaños (como todos menos uno) pagué los carajillos (de todos) y escuché de pie el gaudeamus igitur. Los tengo en remojo con vinagre y sal mientras escribo y bebo nesquick en pijama con una canción tonta en la radio y son las diez. El día que no era mi cumpleaños (aunque así lo creyese) encontré a la salida de mi nuevo trabajo a mi vieja compañera; sigue como siempre (es decir, cada día más hermosa y no es un decir). También reencontré (y al mismo tiempo) a alguien que también pudo serlo, también (hipótesis de pasado) pareja, y quizás (presente hipotético) también exnovia (también lo que no hago, también suelo hacerlo mal), también más guapa que nunca (pero además, también más simpatica, encantadora y radiante que nunca). También, también... Todo es tan pero taaaaambién, el día que tampoco es mi cumpleaños... Y no... Tampoco celebré mi cumpleaños el día que creía, que era mi cumpleaños. (Y mañana menos)
|