3. Querer (dar) más del 50% a alguien, además de contraproducente -y cansar- supone inevitablemente dejar menos del 49% de espacio para ser querido... No todo el mundo está dispuesto a recibir tanto sin hacértelo pagar, sentirse obligado, culpable, en deuda o echártelo en cara tarde o temprano, no obstante si a dar menos que cero.... Principio de amor al prójimo (como a ti mismo, pero mismamente, o más o menos al menos oye). 4. Recuerde: menos es más. Más no es siempre mejor. Y mejor no siempre es lo más bueno... Y los buenos evidentemente no van a ninguna parte. 5. No mentarás, chitón, criticarás bajo ningún concepto a la persona deseada por quien tu quieres, o querida por quien deseas. Sólo incrementarás su interés por lo ajeno, además de crear suspicacias por ser parte implicada e interesada... Y el interés se paga pero bien. El desinterés en cambio se cobra, y cotiza al alza un 15%. Además, el silencio muda tanto, es tan bonito e inteligente oye. 6. ¿Queréis que vuestra actual pareja/amante/compañero/novio/novia os quiera para siempre?... Es muy sencillo... Abandonarla antes que ella a vosotros... 7. Demuestra la mitad de lo que sientas. Da lo bastante, guarda lo necesario y recógelo todo. Y siente el doble de lo que recibas. Una ligera autoestima, o mínimo respeto y amor propio es más que necesario para no acabar resultando odioso. Una excesiva en cambio lo bastante como para que te quieran (según parece... La vida es así –tampoco la he inventado yo, que mis derechos de autor y la culpa de todo tendría, ni me propondría hacerlo-). 8. Hazte caso.... En realidad sabes lo que hay (y lo que no), eres más consciente de lo que crees. Pero mucho más inconsciente de lo que debieras... Creeme... Pero hazte caso (de una puta vez)... Que de ilusiones no se vive, sino todo lo contrario. 9. La insistencia sólo cansa, especialmente al otro (y no convence). La persistencia desgasta, sobretodo a uno mismo (convenceté). Y la paciencia mata. Unicamente al que espera... 10... y a otra cosa mariposa. Resulta la mejor opción a las semanas, escasos días vista, si es que la tienes...: no es necesario perder más tiempo con quién sabemos que no quiere hacerlo con nosotros. Epílogo: En el amor manda quien menos quiere. Quien menos quiere más deseado resulta. Aquel aquella aquello que resulta “no funciona”, o ya nos encargamos nosotros –aburrimiento, falta de costumbre, exceso de imaginación, entropía emocional, cena recalentada y desastre a repartir- de que así sea. Y lo que no funciona funciona (lamentable y habitualmente prescindiendo de ti). Os garantizo ese final.
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