respeto: de segundo, máximo de primero

... Mucho o poco, sin término medio, el respeto se guarda, se tiene o (se) falta: se tiene si se guarda, conservas de respeto en potecitos de cristal con fecha de caducidad; no se tiene ni se guarda si (se) falta, ni falta que hace decirlo. Nótese el carácter “reflexivo” de la acepción. Por mucho que alguien lo merezca, darlo o no, depende de los demás el tenerlo por aquella o aquel, que lo recibe.

Curiosamente aquellos que por regla general dan, propagan, contagian respeto, son los que menos merecerían recibirlo, pese a tenerlo y mucho por parte de todos. Acostumbran a recibirlo pues, sinónimo es, el respeto de miedo, imposición, poder... económico, político, social... ¿cultural?... menos, menos (por desgracia).

Si ves a alguien cuyo aspecto denote riqueza no lo dudes: llámale de usted, caso de atrever a dirigirte a ella o él. Si llevan corona genuflexiónate, besa la mano de los capellanes, arrodíllate ante dios y la virgen, el jefe en su defecto para pedir un aumento de sueldo, un día libre para ir al médico por favor. Un poco más de por favor, por favor... Respeta a tu padre y a tu padre, que no hacerlo a tu madre es de malnacidos. Adora al DJ, respeta a tu profesor, las señales, los diez mandamientos; a la Constitución, la bandera constitucional y al Presidente. Respeta a la monarquía, a la puta policía y al mobiliario urbano. A las instituciones sociales, civiles, eclesiásticas (y la madre que los parío a todos juntos). Cede el paso, la derecha libre, y hazte pop, que ya no hay stop.

... Moros, negros, los putos catalanes. A los paises subdesarrollados, a los paises lejanos a los paices vecinos, y al vecino de enfrente y al de más allá. A tu hija y a su novio peludo, y a su hermana por parte de padre. Desprecia a la minoría, los que son menos están de más. A los rojos, masones, separatistas. A tu mujer, a tu marido, a tu suegra, que por algo son tuyos. Las ideas que no compartas, a las personas que no conozcas, a quien te sirve el cafè, limpia los lavabos, te arregla el desagüe. Desprecia lo que ignores. Insulta cuando los argumentos te falten. Cágate en sus muertos y que les den por el culo a todos. Ma-ricones.

Puestos a tenerlo, me merece mucho más respeto un vagabundo enfermo, el “gitano de miercoles” que es “millonarie” y tie un “apartamente” cincuenta llaves colgando ¡miralas payo! y una cámara Sonin de estraperlo como la mía, que un puto rey, borbón para mas inri, viviendo del cuento en un país que se denomina democrático (que lo permite). El mismo un camarero que un banquero, ministro o directivo encorbatado.

[Aunque probablemente tenga razonables, fundados y ciertos prejuicios contra los segundos]

Realmente creo que el único respeto que puede perderse es por uno mismo, ante, con y respecto a los demás. El único que puede guardarse es por la vida... ajena. Y el que hay que tener... ¡Por nada!

Yo también -como decía Bataille- estoy dispuesto a vivir con una sola condición, la de no respetar nada (pero a todos... y de entrada... y siempre... y por igual... hasta que –no- se demuestre lo contrario, eso sí).

01 Nov 2006 por Alfred

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