Pocas cosas resultan tan incómodas como tener que escuchar ya te lo decía, lo ves o tu mismo. Lo que sea, por inverosímil, imposible o imbécil que pretenda, incluso si es cierto, ya preveó su fracaso, desenlace o inconcreción. Quizás por eso mismo obtengo ese resultado. Pero no hace falta que me lo recuerden.
|