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diccionario sincomentarios XXV. la cita, o ¿dónde iremos (a parar)? <br>(manual para paquetes, petardos y otros enseres domésticos)

Nada mejor que comenzar un estudio sobre la cita (o: quedada para dos que se pretenden... más afortunados que nadie y se las prometen muy felices, mutuamente y a si mismos) que con una de ellas, en la otra acepción del término me refiero... Alertaba Kundera (novelista que dejó de serlo hace aproximadamente diez años pese a haber publicado algún que otro irrelevante y prescindible volumen, que diría –acertadamente- Gasset) a los noveles amantes de las precacuciones que debían tomar en los primeros días de noviazgo (y no me refiero a profilácticos, dispositivos intrauterinos ni píldoras contraceptivas abortivas milagrosas varias)...

Cuidado! decía (o algo así)... Pues cualquier consideración que tengáis en esos momentos iniciales será considerada como falta de atención en todos aquellos otros en los cuales no hagáis lo mismo, es decir (reitero y defino de paso): desconsideración.

Así pues, enfermillos (y familiares)... si regaláis un ramo de flores deberéis seguir haciéndolo durante toda la vida... No hacerlo no será nada, sino menos que nada. No haberlo hecho... ¿hubiese sido mejor (ahora)?




La costumbre será... la buena costumbre... pues nos acostumbramos más a lo bueno que a lo peor (y no miro a nadie sino a algunos, a muchos y muchas tan mal acostumbradas a lo malo como para no saber que hay siempre algo mejor, incluso nada a veces es mucho mejor, que “eso”).

A todo lo malo se acostumbra uno... ¡Mentira pudrida!... A lo bueno es, y luego ya no eres, somos, era... como antes (cariño)... Casi mejor ser pésimos de entrada, si no sabemos ver ni dónde estamos, estoy, ni cómo soy, somos, eres realmente... Las comparaciones son odiosas, si sólo comparamos a ese pretendido “uno mismo”, en lugar de valorar lo que tenemos, sea mucho, poco (o nada, menos que cero). Da igual el antes, el después (y el orden), sino lo que tienes... ¿y qué tienes (a ver, cuenta... me un cuento)?

[ O tu mism@, que yo soy otro... que decía Rimbaud... ¿diferente?... no creo... ]

No obstante la ilusión resulta incluso más ciega que el amor, que muy buena vista (y prensa por estas lares) tampoco tiene, todo hay que decirlo... Es como una erección: ambas se despiertan con cualquier nimio y bonico detalle... unos musculados tobillos o medias de colores, calzado adecuado, escote imprevisto o inoportuno pezón, bragas de colores sobresaliendo de un ajustado pantalón, una felación o... una concreta llamada o alegría inesperada... atención recibida... Sin embargo si nuestra querida erección de cada día (dánosle hoy) resulta un trozo de plomo con alas (que decía Miller), aquella, la ilusión, es un ingenuo pajarillo de colores al que cualquier viento consigue llevar, siempre a cualquier otro lugar, fuera del esperado.

El primer picotazo despierta un hambre voraz... el desengaño no obstante resulta insaciable como beber agua salada como beber sed como... nada... Nada hay peor que la desilusión, cuanto has estado realmente ilusionado por algo.

Lo dicho... Toda cita acaba erigiéndose en la genealogía de un desengaño... Por el hecho en si, y cada uno de ellos (en los que la has cagado); el no haber hecho, según que otras cosas también... siempre pudimos hacer otras tantas y todas las otras cosas también (y mucho más)... la amplitud de todo lo no hecho llega hasta el infinito lo imposible hasta Los Mangraners, La Bordeta, Valencia hasta Murcia y más allá y todo (del más allá).

De hecho resulta una tragicomedia para com-partir (peras, por ejemplo). La distancia recorrida hasta llegar a esa inevitable conclusión acaba siendo lo único importante. Aprovechable, memorable y significativo... ¿Conclusiones, determinaciones, moralejas?... ¡Bah!, Sabores de boca los mínimos... (el de) la de ella, la tuya quizás, y poco más... Que mala sangre es una sensacional película de Leo Carax, pero resulta absurdo hacerse más (de la que ya tienes).

Todo eso que nos hemos llevado es lo que nos queda, por ejemplo por recorrer.

Y ya veremos... a dónde iremos a parar, a dónde vayamos no importa, sino cómo (y con quién, con quien mejor te veas).

[ A lo que iba... Continuará (o no, y de eso se trata... de blancas, de negras, de ajedrez, de citas... ) ]
02 Dec 2006 por Alfred


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