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Yo me, tu te, el se, nosotros nos, vosotros os... y ellos (por supuesto) también...
“De la piel pa’dentro mando yo”
Mil Dolores Pequeños, Accidents Polipoètics y Antonio Escohotado


Cómo va a ser tan simple, tan categóricamente malo algo que nos puede hacer sentir bien, cuando estamos mal, o queremos sentirnos mejor, de como estamos... Algo que te mantiene despierto, cuando necesitas o estás obligado a ello, que te ayuda a dormir, si tu cuerpo no lo consigue por si solo, o que calma tu ansiedad, desvanece tu angustia, si no la necesitas... Algo que te ayuda a ver las cosas de otra manera, y reirte de ti mismo; distanciarte y ver cómo eres, o acercarte, aún más si cabe... o excitarte, sosegarte, conocerte, estimularte, alegrarte, calmarte... a ti, a tu angustia, a tu tristeza, a tu insomnio, a tu ansiedad, a tu apatía... si así lo decides.

No es magia, tampoco un pecado, por mucho que la demonicen hipócritamente y la culpabilicen... Cualquier otra conjetura es una obviedad, ya sabemos todo lo demás, a diario nos bombardean con grandes y maniqueistas NOs... Pero aquello que parece obvio, pues efectivamente.... lo es, aunque no lo parezca (o no quieran que así lo veamos).... Pues sí, claro que son peligrosas (y caras y malas –de calidad-), pero quizás más para ellos (manipuladores, hipócritas, cobardes) que para nosotros mismos (bien informados, conscientes, adultos).

[El equipo médico habitual:
... sobretodo aguante cuanto pueda... le daremos una dosis mínima para calmarlo... ¡pero no nos pasemos, noooo!, no sea que le guste o disfrute... lo mínimo y cuando ya no pueda más... mejor sufrir un poquito... que el placer se paga... nonono, eso de gozar no puede ser fácil, ni gratis ¡y menos un enfermo!... nada puede ser fácil, si hay alguna otra manera de conseguirlo con esfuerzo hagámoslo, hay que pagarlo de alguna manera, ¡por favor!...]

¡Eso!.. Por favoooor... que ya somos mayorcitos... aunque nuestros políticos nos hablen como a idiotas y nuestros estados nos traten como gilipollas.. Sabemos lo que nos sienta bien, aquello y cuánto, o que eso mismo puede sentarnos mal; incluso aún así, y si así lo queremos... ¡estamos en nuestro derecho!... de la piel pa’ dentro mando yo... Mi cuerpo es mío, yo no lo escogí (queda claro), pero pienso hacer con él lo que me de la gana.

“El día que exista una cura para el dolor dejaré mis drogas de lado” (cantaba Morphine)... esa también es una (y sólo una) parte, una de las posibilidades... de las drogas (y mía).
06 May 2004 por Alfred



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